Tamaño: 114 x 82 cm.

Fecha de realización: 1885

Autor: Vincent Van Gogh

Inspirado seguramente en la obra de su compatriota Josef Israels (1824-1911), Vincent pinta en 1885 esta escena cotidiana. Se conocen varios bocetos previos a la versión final. Pero la definitiva se encuentra en el Museo Van Gogh (Zundert).

Si bien no es esta una de las pinturas de su último período, es quizás uno de los motivos que más lo obsesionaban al pintor por esos tiempos. No debemos olvidarnos que el pintor llegaba a este momento sensibilizado por sus experiencias evangelizadoras entre los mineros.

Pintada con predominio de una paleta de tierras, esta obra expresa el dramatismo de los trabajadores agrícolas en derredor de una mesa familiar al momento de la cena. Las manos agrietadas, los rostros angulosos y la escasa comida (solo papas humeantes) bajo la luz artificial de un farol, le otorgan a la escena un clima íntimo y a la vez dramático. La miseria y la desprotección de estos trabajadores, próximos a una caricatura, bien podría reflejar situaciones que vuelven a repetirse de manera irreverente en nuestros días.

Van Gogh estaba convencido que esta era su mejor pintura para esa época, y así se lo hizo saber a su hermano Theo en una de sus cartas.  Exhibida en la ciudad de París, tuvo muy poca aceptación entre el público y los críticos.

Por supuesto que luego la obra de Van Gogh tomaría otros caminos que lo sumergirían en la búsqueda de paletas cromáticas mucho más elevadas. Pero valga esta obra para apreciar, a su modo, las inquietudes plásticas y sociales que inquietaban al artista holandés por ese entonces.