-óleo sobre tela-

Vincent Van Gogh (1853-1890)

Van Gogh pintó durante su breve carrera (9años) gran cantidad de autorretratos, sin embargo muy escasos fueron los que lo representaron como pintor.

Esta tela que hoy les presento la realizó durante la última época de su estadía en París; luego partiría hacia Arles.

En esta obra Vincent se encuentra con el ceño fruncido, con un estado de ánimo que trasluce aburrimiento y tristeza. En los ojos podemos observar una mirada casi perdida y melancólica. Una obra en donde la tensión que ejercen los colores complementarios como el rojo y el verde (el rostro) han sido colocados con pinceladas nerviosas y con mucho empaste en la materia.

Este tipo de técnicas serían las que lo acompañarían hasta sus últimos trabajos. La vibración de los clores en su vestimenta y en su paleta se ven exaltados por la altísima luz que atinó colocar como fondo.

Sus dos años restantes de vida los emplearía en exacerbar aún más las altísimas vibraciones conseguidas en la superlativa saturación de valores cromáticos.

Vincent Willem Van Gogh fallece un 29 de julio del año 1890 en Auvers-sur-Oise dejándonos una obra impar.