LATINOAMÉRICA ARDE: Calendario andino 5528. Por CARLOS GIL

Fiesta del Inti Raymi 

Podemos medir el tiempo en aleteos de mariposa, en la secuencia de las olas del mar o en pasos de tortuga. ¿Transcurre el tiempo de la misma forma para una inmóvil montaña que para el viento que pasa veloz sobre su cima?

Lo cierto es que cada civilización cuenta el tiempo a través de calendarios. basados en días, semanas, meses y años. Si seguimos contando tendremos lustros, decenas y siglos, Muy bien, en eso estamos de acuerdo, La diferencia está en el punto de origen, desde que momento empiezan a contar.

Celebraciones que corresponden a los solsticios y equinoccios australes

Chinos, hebreos, musulmanes, budistas y rusos.

No lo tomen a mal, pero contar el tiempo antes o después del nacimiento de una persona me parece absurdo. Estúpido para ser más preciso. Se lo llamó calendario gregoriano porque el papa Gregorio XIII, en 1582 impulsó su uso reemplazando al juliano que había instaurado Julio César que a su vez se basaba en el egipcio. Algo que ningún católico pudo responderme nunca fue ¿si este señor Jesús nació el veinticinco de diciembre porque empezamos a contar a partir del uno de enero? Y dicen ellos antes o después del nacimiento de Cristo ¿y en esos seis días que pasó, el tiempo se detuvo? Demasiado absurdo.

Pero no son los únicos. Los budistas también empiezan a contar el tiempo a partir del nacimiento de Buda, pero como no hay una fecha precisa, ni mucho menos un acta, difieren en vente años, unos dicen que van por el dos mil quinientos veinte y otros por el dos mil quinientos. Imprecisiones nomás. Los musulmanes empiezan a contar cuando Mahoma se vio obligado a partir de la Meca hacia Medina lo que quedó en la historia como la hégira que significa huida. Un poco raro, no lo miden a partir del nacimiento de su profeta sino desde su obligada mudanza. Será que antes de eso el tiempo no existía para ellos.

El calendario hebreo comenzó con la Génesis del mundo que aconteció, según la tradición judía, el domingo siete de octubre del año tres mil setecientos sesenta a.C, fecha equivalente al primero del mes de Tishrei del año uno. De ésta manera el año gregoriano dos mil veinte equivale al año hebreo de cinco mil setecientos ochenta.

El calendario revolucionario ruso solo duró once años, desde mil novecientos veintinueve hasta mil novecientos cuarenta con el propósito de incentivar la producción industrial. Pretendía evitar el descanso semanal simultáneo de los trabajadores y dificultar la observancia de las viejas festividades religiosas que habían sido tradicionales en el imperio ruso. Un ridículo capricho soviético.

Y finalmente los chinos tienen el más famoso de todos, la estrella de los calendarios.   Van por el cuatro mil setecientos noventa y siete. En su estructura se parece al hindú y al hebreo.  Alrededor del dos mil seiscientos noventa y siete a.C se introdujo el calendario de cinco siglos de doce años regidos por animales distintivos. Rata, toro, tigre, liebre, dragón, etc. Y a todos nos gusta saber que animalito somos por eso tiene tan buena prensa.  Yo soy una humilde cabrita, pero de fuego.

Calendario incaico

Solsticios y equinoccios en nuestro sur

El calendario andino o incaico estuvo vinculado al régimen agrario que practicaron y, en ello, influyó notablemente la observación de los movimientos del sol y la luna. Tomaban el año, de trescientos sesenta días, dividido en doce lunas de treinta dìas, con otros cinco que añadían al finalizar el año. El nombre de cada mes correspondía a un fenómeno de la naturaleza o a un motivo de la agricultura.

La agricultura era la principal actividad del Tahuantinsuyu, lo que los ignorantes españoles llamaban imperio. El cultivo de la tierra exigía que las técnicas básicas de la siembra, el riego y la cosecha se realicen de acuerdo a un cronograma anual o calendario agrícola.

Los Incas poseían gran conocimiento del espacio sideral, producto de la detallada observación. Conocieron la Vía láctea, a la que denominaron Mayu, traducido del quechua significa río celestial. También distinguieron las constelaciones.

Nuestro calendario andino comienza el veintiuno de junio, solsticio de invierno en el hemisferio sur. El gran Inca Pachacutec, reorganizó el Tahuantinsuyu política y administrativamente, El Raymi de esa fecha, Wawa Inti Raymi, era uno de los dos mayores festivales celebrados en honor del sol en el Cusco. El otro festival era el Capaq Inti Raymi, la gran fiesta del sol, celebrado el veintiuno de diciembre. En el primero el dios Sol renacía para dar inicio a un nuevo ciclo anual, el “tiempo circular Inca, ellos no concebían el tiempo como lineal sino como un círculo cronológico. Su celebración duraba quince dìas.

Los equinoccios, fiestas femeninas en honor de la luna, se producen el veintiuno de marzo, comienza el otoño, Pawkar Raym i o fiesta del florecimiento y el veinituno de septiembre comienzo de la primavera, se celebraba el Killa Raymi que es la veneración a la madre tierra.

Por supuesto los invasores, a través de sus socios, la iglesia católica, consideraron que eran fiestas paganas y las prohibieron. Celebraban el veinticuatro de junio como la fiesta de San Juan. Eran tan ignorantes que creían que porque ellos lo ordenaban una cultura con miles de años de historia los obedecería.  Pues no fue asì, Simplemente lo hacían en secreto, como todas las culturas precolombinas.  Llamo a eso “los pueblos invisibles ”y se los contaré en mi próximo artículo.

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