CONVERSACIONES SIETE ARTES: Carlos Pérez de Villarreal presenta «NARRACIONES AVENTURERAS». Por Maximiliano Curcio

Carlos Félix Pérez de Villarreal nació en la ciudad de Mar del Plata, provincia de Buenos Aires, Argentina, en el año 1949. Se dedicó a la escritura desde su juventud, y colaboró con las revistas Hora x 20, Hechos y Supervivencia. Es diplomado en Teoría y Producción Literaria (SADE) y especializado en Cuento y Novela (ILCH). Fue desde el año 2006 al 2020, jefe de redacción de la revista Nueva etapa de interés general. Ingresó a la misma en el año 1996, desarrollando una tarea periodística de gran extensión. Realizó tareas como columnista en el programa radial “Por naturaleza… un buen estilo de vida”, en estaciones de radio FM. Trabajó en la fundación, redacción y diagramación de la revista El Paño de la Asociación de Empleados de Casinos Nacionales (AECN). Es socio del Instituto Literario y Cultural Hispánico (ILCH). Integra la CD de SADE ATLÁNTICA Mar del Plata, está a cargo de Prensa y Difusión. Fue parte integrante de SIPEA (Sociedad Iberoamericana de Poetas, Escritores y Artistas), Seccional Mar del Plata. Es socio de SEGA (Sociedad de Escritores de General Alvarado). Perteneció a diferentes talleres de escritura creativa y novela. Participó en diferentes encuentros Internacionales de Escritores, y recibió varios nombramientos. Escribe en diversas revistas nacionales e internacionales. También recibió distintos premios de diversas instituciones literarias, y a la fecha forma parte de diferentes antologías. Fue presentador de libros de compañeros/as literautas. Además, fue jurado de cuentos y novelas en diversas oportunidades y prologuista. Recibió distinciones por su labor en pos de la cultura, tales como el Cóndor Mendocino, Diploma de Honor del Foro Femenino Latinoamericano y Premio Nacional Cadena Mundial por la Paz. Formó parte del Grupo de literatura Castalia, de las Rondas literarias abiertas” y Trebejos en el limbo.

Carlos, ¿cuándo y cómo nace tu pasión por el periodismo y la escritura?

Desde muy pequeño, la lectura fue para mí, el gran vínculo que me unió al conocimiento. Fui y creo que lo sigo siendo, un lector ecléctico. Leo de todo. Así fue como incursioné en la Biblioteca de mi ciudad, Mar del Plata, desde los ocho años. Diferentes colecciones como Robin Hood, me llevaron por el camino de la aventura. Aún recuerdo a escritores como Robert L. Stevenson, Jack London, Emilio Salgari, Mark Twain, Rider Haggard o Conan Doyle. Llenaron mi infancia y juventud. Luego vino más adelante la colección Nebulae de ciencia ficción. Ahí estaban Asimov, Arthur C. Clarke y Robert Heinlein, entre otros. Creo que me leí las cientoún novelas que traía la compilación. Así se fueron dando las circunstancias, hasta que en la edad adulta busqué nuevas alternativas como libros clásicos, aunque siempre la aventura estuvo ahí, al lado mío, como un viejo y querido amigo. En la década del 90 y 2000, comencé a trabajar como Colaborador y luego Columnista de la revista Nueva Etapa, de mi ciudad. Aclaro que mi función de periodista durante tantos años, me llevó por diferentes lugares de nuestro país en los cuales realicé reportajes y escritos. Fui autodidacta, adquiriendo conocimientos que realicé durante toda mi carrera. El afán investigativo y el entusiasmo, luego me llevaron a formarme profesionalmente. Hoy escribo para varias revistas nacionales e internacionales y, por supuesto, no podía faltar revista «Siete Artes». Y aquí comienza el período de escrituración. Se cruzó por mi mente una pregunta que latía constantemente: ¿Por qué no escribir ficción? y Allí comenzó todo, allí empezó una nueva aventura: escribir, contar, relatar. Así nacieron microrrelatos, cuentos y novelas que hoy me siguen apasionando. El mundo de la escritura es muy particular pero si de algo estoy seguro, es que cuando redacto, transmito esfuerzo, energía y tal vez atrevimiento, y por sobre todas las cosas, esa necesidad imperiosa de decir con palabras escritas aquello que he sentido, soñado, o imaginado. Es pasión.

Me dijiste una vez que al cerrar un libro jamás somos los mismos. ¿Cuál fue ese primer libro que cambió tu vida?

Es cierto. Sigo creyendo que una lectura te cambia, te hace reflexionar, tal vez, sobre cuestiones que no pensabas, que no intuías y el escritor te lleva por caminos, que a veces son aleatorios y te marcan. Frases que “te pegan duro”, acciones que son relevantes y que te dejan pensando. Eso es lo bueno de la lectura, ya que como lector, sos el que realmente le da el punto final a un escrito. Y cada quien, de acuerdo a sus vivencias personales, le da una interpretación que es diferente. Por eso digo siempre que un libro tiene un principio pero infinitos finales, de acuerdo a quien lo lee. Reitero: cuando cerramos un libro jamás somos los mismos.

Uno de los libros que realmente me “marcó” fue Sin novedad en el frente, de Erich María Remarque, leído hace mucho tiempo. Traducido a varios idiomas, debe llevar vendidos cerca de 20 millones de ejemplares. Un joven protagonista Paul, pierde su juventud, su alegría de vivir, por la guerra. La camaradería con sus iguales, el saber que volver es el pasado en el cual no encajará, su presente en la guerra, el poder comer diariamente, la futilidad de los conflictos bélicos y los traumas que genera el combatir: matar para sobrevivir; realmente me impactó. Hasta hoy sigo pensando en él. Ambientada durante la I Guerra Mundial, narra las desventuras de jóvenes soldados alemanes. Libro duro, cruel por momentos, pero donde se ve la ambivalente naturaleza humana en su bondad y sus maldades. Realmente impactante. Lo recomiendo siempre. La novela fue llevada por dos veces al cine en 1930 y 1992. Netflix, este año sacó también una producción alemana. El conflicto de Malvinas es el ejemplo más claro de lo que estoy contando.

¿Qué representa en tu trayectoria desempeñarte como Jefe de Redacción en “Nueva Etapa”? 

Recuerdo con claridad una charla de tres horas, café de por medio, allá por el 2006, con Pedro Iribarren, el Director Periodístico de la revista, gran amigo. Venía de trabajar en Buenos Aires y allí en esa conversación, pasé de Columnista a ser Jefe de Redacción. Fue un período de trabajo muy fuerte y especializado. Hubo todo un trabajo profesional por quienes trabajamos en ella, desde el programador hasta la parte publicitaria. Ni que hablar de los Editoriales de Pedro. Comencé a escribir, primero reflexiones y luego relatos. Recuerdo que estando en Tigre realizando una entrevista en el Museo de la Reconquista, novelé unas acciones de Liniers, que comenzaron a volcarme a la ficción. Tuve la oportunidad de formar un detalle significativo con la sección “Historias casi olvidadas”, que tuvo un gran éxito. Reflejaban acciones de determinados personajes o hechos de nuestra historia, a veces no desconocidos, sino “casi olvidados” -que graficamos algunas en la sección de tu revista-. Allí, podía darme la posibilidad de narrar novelando ciertas circunstancias, que me permitían explayarme como escritor. Nueva Etapa tuvo una salida mensual durante 33 años ininterrumpidos, hasta llegar a marzo del 2020. La pandemia agotó toda posibilidad de seguir proyectándose, ya que los ejemplares se financiaban solamente con la publicidad, porque se entregaba en forma gratuita.

¿Por qué la escritura es libertad?

Es una frase que acuñé hace mucho tiempo y que en definitiva establece el porqué de la escritura, como la siento y la percibo. El acto de escribir, donde la inventiva está al orden del día, permite encontrarse con uno mismo. Uno vuela por lugares inimaginables. Abre la puerta a un mundo impensado, desconocido, donde somos el nexo de unión, en este sorprendente viaje hacia la ficción. Cuando escribimos encerramos conmociones, sutilezas, ironía y por sobre todas las cosas… pasión. Abrimos un universo ilimitado de posibilidades. Muchas veces tratamos de explicar lo inexplicable. Nunca tenemos certezas. El tiempo no es nada, no es medible. No nos desvivimos por el ayer. No pretendemos ser el mañana. Nos hacemos a nosotros mismos, sin límites, porque un segundo es la vida entera. En un segundo se nace y en un segundo se muere. Creamos para que la magia no se detenga nunca. La narrativa nos hace manifestar, acusar, reír, pensar y recapacitar y eso… es libertad.

¿Somos los seres humanos grandes máquinas narrativas?

El hecho de narrar es muy antiguo y hasta esencial en nuestra historia como seres humanos. El hombre “hablante” contaba, narraba sus proezas, sus experiencias, su pensar, que iban pasando de generación en generación. Y ese relato, tenía al final un fin educativo, hasta diríamos pedagógico. Y sí, no me cabe la menor duda, los seres humanos tenemos la increíble capacidad de narrar historias. Desde chicos oímos a nuestros mayores contarnos cuentos, tradiciones, leyendas. Las narraciones están allí, para llevarnos lejos. En mi caso llevo grabado el recuerdo de mi padre, quien siempre era el que contaba. Y una frase que quedó grabada en mi subconsciente; “De un mundo al otro mundo.” Y ahí me veía, como un superhéroe atravesando espacios… Y continué con mis hijos y mis hijos con mis nietos. Ni te cuento cuando me reúno con ellos y narramos historias. Pero, aquí cabe una pregunta ¿porqué narramos? y creo que lo hacemos para entender el mundo en que vivimos, indagar, averiguar, tal vez manifestar lo que queremos transformar. Intentamos proponer otras vivencias, quizá otros universos. Alguien dijo alguna vez que al narrar nos hacemos protagonistas, autores, atravesados por otros, Concuerdo con esa afirmación. Posiblemente sea una correspondencia que entabla un vínculo entre la realidad y la ficción, entre nuestras inquietudes y lo que nos rodea. Entre nuestras vivencias y su representación.

Contale a nuestros lectores como nacieron tus libros La Aventura de Narrar y Narrar Sigue Siendo una Aventura

Fueron dos libros de cuentos, narraciones, relatos. Creo que fue la necesidad imperiosa de contar. Cuando se realiza una labor literaria periodística durante tanto tiempo, el camino queda allanado para la escritura de ficción. Estaba ahí, esperando el momento oportuno a que me decidiera. Y al final sucedió. Consideré la necesidad de “ficcionar” y comencé un largo camino que ha fecundado en estas dos ediciones de 2015 y 2017. Libros, que por otra parte, están lleno de “disparadores”; esos pequeños factores que suelen presentarse en los momentos más inesperados. Una frase, una figura, un hecho acaecido, o tal vez un sutil pensamiento, que han tomado cuerpo y se han precipitado de una manera veloz a la narración. Realmente creo que narrar es una aventura sin límites que nos lleva a explorar tiempo y espacio sin condicionamientos. Es una experiencia inesperada que nos deja una íntima alegría, a veces un cansancio infinito, pero exalta el deseo permanente de volver a vivirla.

En La Caída del Ángel abordás el thriller fantástico. ¿Cuál fue tu principal inspiración y quiénes son tus influencias en este género?

En esta novela, unifiqué lo que es una obra literaria de suspenso, con una trama que atrapa, manteniendo al lector sumergido en el desarrollo de la historia, hasta su sorpresivo e impactante final; con el género Fantástico. Así se desarrolla este relato basado en hechos insólitos, que si los analizamos en todo su contexto escapan de la realidad, sin embargo, dichos sucesos tienen una explicación lógica, Editada en 2017, quise contar algo, ese fue el fin.  Quien escribe, cuenta. Y aquí comienza la búsqueda: quería saber qué significado tiene para nosotros -la especie humana-, el “ángel caído”. Tanto se ha escrito y hablado sobre él, tantas conjeturas se han establecido. Y así, sin darme cuenta entré en una investigación, que me llevó a encarar un tema apasionante. Y allí está mi personaje, Eduardo Bazán, el antihéroe, que con sus capacidades periodísticas y vivencias, se convierte en el principal actor, envuelto en una vorágine de aventuras. Un periodista de vieja data, junto a varios personajes inolvidables, dan vida a la novela, donde entra en juego la eterna ambivalencia entre el bien y el mal. Cuando uno comienza a escribir la influencia de escritores se ve reflejada, hasta que se alcanza la madurez de encontrar el propio estilo, la propia forma de escribir. Y es muy particular en cada caso. Pero digamos que el policial me atrae. Desde que descubrí a Poe en Los asesinatos de la calle Morgue, pasando por Agatha Christie hasta Sherlock Holmes de Conan Doyle; me hicieron entrar en ese círculo donde los lectores nos identificamos con el personaje. Luego con el tiempo, llegaron, Hammett, Chandler, donde sus protagonistas, Sam Spade o Phillip Marlowe, obran con sus propios códigos. Así fue como comencé a interesarme y estudiar el tema de la novela policial, y la novela negra, incluso con escritores nacionales, que lo hay y muy buenos. Y podríamos quedarnos horas hablando del hard-boiled, ya que aparte de sus escritores, se difundió en comics, películas (Sin City) y toda la parafernalia que lleva a mostrar al detective duro, cínico, pero con códigos. Más reciente, aparece en mi lectura, Pérez Reverte y sus innumerables novelas. El relato policial atrae, ¿por qué?, tal vez por la sed de justicia con que contamos los seres humanos… o tal vez encontrar el lado oscuro de nosotros mismos.

Hablemos de adaptaciones cinematográficas de grandes clásicos de la literatura. Si pensamos en desafíos para un autor, a la hora de transponer un texto, ¿cómo estimás que este debe equilibrar el límite entre la fidelidad y el respeto al espíritu de una obra con las propias asociaciones sobre ese universo que la imaginación genera? Podés ilustrarnos, si gustás, con alguna obra cuya versión fílmica haya colmado tus expectativas.

En realidad no es fácil para un director de cine llevar a la pantalla un clásico de la literatura. El tiempo es implacable para una película, por eso los libros tienen detalles que lamentablemente en un film no se pueden rescatar. Repito, no debe ser fácil adaptar un texto literario clásico, pero hubo directores que han logrado cinematografías llenas de emoción y encanto, de una belleza increíble que han tenido una gran repercusión. Martin Scorsese hizo una adaptación espectacular de “La edad de la inocencia”, del escritor Edith Wharton, con tres grandes figuras como Daniel Day-Lewis, Michelle Pfeiffer y Wynona Ryder. Francois Truffaut, en 1966, llevó “Fahrenheit 451” al celuloide, la obra maestra distópica de Ray Bradbury, que en la versión más moderna (2018) de Ramin Bahrani, no tuvo la aceptación del público. De cualquier manera, para un autor, como vos preguntás, no es sencillo equilibrar el límite entre la fidelidad y el respeto de una obra, con las asociaciones que realiza, justamente porque entra en juego su propia imaginación.

Quisiera indagar en vos como lector, ¿qué tipo de literatura te gusta consumir?, ¿y qué formato preferís?

Como dije anteriormente, soy ecléctico, pero últimamente me he dado cuenta que comienzo a seleccionar lo que leo, con mayor intensidad. No hay duda que la novela de aventuras me atrae, tal vez por la intriga que genera, el suspenso, la posibilidad de darnos cuenta que el ser humano es muy ambivalente: “noble hasta lo ideal por sus actitudes positivas, pero desolado y triste cuando se desnuda el alma y aparecen los horrores. Es capaz de realizar las acciones más sublimes, pero también las más aborrecibles. Todo siempre estuvo allí. Está allí, dentro de nosotros. Lo bueno y lo malo. Fuerzas contrapuestas, el bien y el mal, la armonía y el caos”, como diría Eduardo Bazán. Respecto al formato, no dudo que la virtualidad llegó para quedarse. Se hizo eco durante la pandemia. Todos, de alguna u otra manera, debimos adaptarnos. Es la tecnología que avanza (en mi caso la venía haciendo por mi profesión de periodista y escritor), pero encontrar un buen libro “físico”, buscar el lugar adecuado, internarse en su lectura, página a página, es una satisfacción enorme incomparable. Es más, si es usado, mejor. Suelo “buscar” en las librerías de este tipo, “con el morral abierto” y los dedos sucios de polvo. Así he encontrado verdaderas maravillas.

¿Ejercitar nuestro músculo creativo al escribir es una buena clave para mantener al cerebro en forma?

No me cabe la menor duda, Escribir implica utilizar diferentes procesos cognitivos y afectivos. El cerebro utiliza así, diferentes áreas y funciones. Aparte al escribir, tratamos de “encontrar” nuevas maneras de “decir lo que queremos decir”, Es una verdadera manera ingeniosa de descubrir lo que queremos expresar. Por otro lado, es verdaderamente satisfactorio, por lo menos en mi caso, poner en palabras escritas lo que pienso, lo que creo o imagino. Estoy convencido de que presenta diferentes cualidades y beneficios para nuestro desarrollo intelectual. Como diría un amigo: “nos mantiene en forma”. Por otro lado al escribir, en mi caso ficción, me transporto junto al personaje, adonde quiero ir.

¿Por qué nunca debemos dejar de dedicar tiempo a la lectura?

La lectura es imprescindible. Como hábito de comunicación, nos permite adquirir conocimiento, construir conocimiento. Nuestro lenguaje se perfecciona y por ende mejoramos nuestra oralidad y nuestra escritura. El lenguaje se hace más fluido, le damos más firmeza a nuestra capacidad de observar y de concentrarnos. Nuestra agudeza, reflexión y pensamiento crítico se agudizan. Leer ficción, por ejemplo, es evadirnos, entrar en mundos nuevos, imaginar. Nos transporta a lugares nunca pensados, disfrutamos nuevas sensaciones, incluso liberamos emociones. Nunca debemos dejar de dedicar tiempo a la lectura.   

¿Cómo surge “Narraciones Aventureras”? ¿Con qué nos vamos a encontrar en tu nuevo libro?

Surge a raíz de las narraciones y cuentos desarrollados durante 2018, 2019 y parte del 2020. No quería dejar de editar estos cuentos por lo que significaban para mí. Sus ejes temáticos son variados: fantasía, realismo mágico, erotismo, romántico, terror urbano, aventura, acción. Pienso que estos relatos influyen en el lector, tal vez porque despiertan en él sus recuerdos, sus alegrías, sus añoranzas. Como escritor trato de facilitarle el camino de la comprensión de algo que él ni siquiera pensaba y creo que hasta yo tampoco. Los que escribimos tenemos una peculiaridad, llevamos a los lectores a nuestro universo literario, los internamos en él. Me gusta pensar que somos creadores de mundos imaginarios, hacedores de cuentos, maceradores de palabras. Un relato tiene un principio, pero un sinnúmero de finales, infinidad de variantes, de acuerdo a quien lo lee. Cada lector le dará a estos cuentos su apropiada interpretación. Fijate que en el Prefacio escribí una frase de Haruki Murakami, ese escritor japonés, que dice: ““Y una vez que la tormenta termine, no recordarás cómo lo lograste, cómo sobreviviste. Ni siquiera estarás seguro si ha terminado realmente. Pero una cosa sí es segura. Cuando salgas, no serás la misma persona que entró en ella. De eso se trata esta tormenta.”. Literalmente es así. Aparte tuvo un ingrediente especial el 27 del mes pasado, cuando en El Argentino Bar lo presentamos en sociedad. Fue el expositor, mi hijo Carlos Eduardo. Te imaginás que el entusiasmo y los momentos emotivos estuvieron a la orden del día. Realmente hubo una comunicación muy buena entre los dos, que agradó sobremanera a todos quienes estuvieron presentes.

¿Qué nos podés compartir acerca de tu labor en SADE Mar del Plata?

Asumí como Presidente de SADE Atlántica Mar del Plata, en diciembre del año pasado, al conformar una nueva Comisión Directiva en Asamblea General Ordinaria, que se ratificó en julio de este año, normalizando la situación post-pandémica. Me acompañan un grupo de escritoras y escritores con quienes venimos desarrollando una gran variedad de cometidos. Conformamos un grupo homogéneo a quien estoy agradecido por su empeño y dedicación. Gestionamos con la Secretaría de Cultura de la Municipalidad local, una serie de eventos que han sido muy satisfactorios. Por primera vez en 17 años de la Feria del Libro de Mar del Plata “Puerto de lectura” 2022, contamos con un stand propio, donde visibilizamos a nuestras socias/os y establecimos lazos con diferentes entidades. Hubo casi treinta exposiciones y presentaciones de libros “nuestros”. Por otro lado logramos la confección de una Antología, totalmente gratuita, en la que intervinieron 61 integrantes con poemas, microcuentos y cuentos cortos, que próximamente entrará en edición. En otro orden de cosas y al no contar con un espacio físico propio, establecimos mantener nuestras reuniones en la Asociación de Empleados de Casinos Nacionales, en el centro cívico de la ciudad, gestión que agradecemos a su presidente. Allí mismo se desarrolla el Taller de Literatura “Aníbal Ariel Arona”, gratuito totalmente para integrantes de nuestra entidad. Una vez finalizadas las obras de remodelación en la biblioteca Pública Municipal Leopoldo Marechal, tendremos nuestro espacio allí, para desarrollar todas nuestras actividades. Tuvimos el Congreso de Presidentes de Filiales de SADE, que se llevó a cabo en Villa María, Córdoba a principios de octubre y sus resoluciones, importantes para el desarrollo de actividades conjunta. Eventos y participaciones en diferentes estamentos locales, realizaciones de diferentes programas y mucho más que sería largo de contar. El hecho que desde marzo de este año a la fecha se hayan incorporado cincuenta y dos socias y socios nuevos, habla a las claras de que nuestra actividad va dando resultado, brindando posibilidades culturales y sociales.

Por último, apelo a tu mirada social. ¿Cuáles son los aspectos que considerás los argentinos deberíamos cambiar (o mejorar) para valorar más a dos eslabones especialmente frágiles como la cultura y a la educación?

Estimo que la cultura es primigenia en la formación educativa, es fundamental, porque es una meta en sí misma; y la educación es primordial en la conformación de un individuo, de una sociedad. Ambas se complementan, no hay cultura sin educación y no hay educación sin cultura. Este proceso es permanente y allí tanto las instituciones públicas como nosotros como individuos, debemos encontrar las respuestas más provechosas, eficientes y útiles, para establecerlo como prioridad. Debemos, todos, poner nuestra mirada en conseguir metas altas para nuestro desarrollo humano, en nuestro querido y bendito país. En lo particular, trato de dar lo que siento, como el Seminario de Microrrelato, Cuento y Novela, que vengo llevando a cabo desde hace dos meses. No solo se trata de brindar conocimiento, sino inculcar hábitos y procesos formativos que ayuden al desarrollo intelectual.

CONTACTO CON EL AUTOR 

Mail: carlospdev2014@gmail.com

 Web: http://www.aventuradenarrar.blogspot.com

Instagram: @ narradoraventurero 

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