29 de setiembre de 1571 – 18 de julio de 1610

Fue un ser humano violento, pendenciero, un alcohólico sin medida, un hombre febrilmente aficionado a las prostitutas de su tiempo. Poseía un carácter sumamente inestable y frecuentemente se veía involucrado en asuntos un tanto turbios. Cuenta la historia que supo batirse a duelo y que fue sentenciado a muerte por el asesinato de una persona. Cierta vez, cuando escapaba de quienes querían hacer efectiva su sentencia, fue herido mortalmente, falleciendo en una playa próxima a Porto Ercole. Tenía 39 años.

Su vida artística fue maravillosa, su gran talento y maestría revolucionaron el Barroco en Italia. La solidez de su pintura le brindo gran cantidad de mecenas dispuestos a financiar su obra. Sus pinturas fueron solicitadas por príncipes y pontífices de toda Roma. Sus modelos fueron campesinos, gente humilde y personajes del bajo mundo romano, cuestión esta que le valió no pocos rechazos entre sus clientes. Técnicamente empleó una muy profunda observación anatómica y sicológica de sus retratados, valiéndose de un fuerte uso del claroscuro que fuera conocido como tenebrismo. Sus obras tuvieron gran influencia sobre artistas como Rembrandt, Velázquez, Diego Rivera y Pablo Rubens.

A pesar de su amplia producción solo se conservan menos de cien trabajos de autoría comprobable.

El barroco sería impensado sin la participación de este enorme maestro. Luego de su muerte cayó en el olvido. Recién con la aparición de la pintura moderna, muchos pintores se interesaron por su obra y sus genialidades en el uso impactante, hasta las últimas consecuencias, del claroscuro.

Su nombre de nacimiento fue Michelangelo Merisi, pero la historia del arte lo dejó trascender bajo el nombre de Caravaggio.

Y como agregado, recuerden que el séptimo arte llevó su leyenda al celuloide en una película titulada “Caravaggio” (1986), del director británico Derek Jarman (1942-1994).