Estrenos de Cine: Hollywood, de la nostalgia al multiverso. Por MAXIMILIANO CURCIO


THE FLASH (Andy Muschetti) – Puntaje: 5

Anunciada hace ya nueve años, la pronunciada dilatación no menguó las expectativas de la platea más fiel. “The Flash” se perfiló como una de las novedades más esperadas de la temporada 2023. Sin embargo, podría decirse que el personaje más rápido del mundo comic llegó con retraso a las salas. El argentino Andy Muschietti dirige una desmesurada adaptación del cómic “The Flashpoint”, llevando a la pantalla grande una película repleta de polémicas, idas y vueltas. Finalmente, la semi historia de origen con acción, humor, aventura y drama familiar cobra heterogénea naturaleza e impostergable realidad.

El multiverso DC vuelve a acaparar toda la atención de sus más acérrimos fans. ¿Qué puede sorprendernos de una película de superhéroes? A la velocidad de la luz, entre bucles temporales y necesarias paradojas viaja el despropósito, en el mejor de los sentidos. Un caos absoluto reina en dos horas y media de pura acción. Presto a desandar nuevos caminos fuera del género del terror, Muschetti, de ascendente trayectoria en el cine angloparlante, concibe su pieza cinematográfica más ambiciosa. Un humor rápido e inteligente acompaña la lógica sentada. El director honra la personalidad de los personajes aquí retratados, con guion bajo la responsabilidad de Christina Hodson (reconocida por “Bumblebee”, “Aves de presa” y “Harley Quinn”).

La dupla creativa se rodea de un opulento cast: Ezra Miller, Michael Shannon, Ben Affleck y Maribél Verdú son algunos de los muchos rostros conocidos que desfilan delante de la lente. Al corte de cada plano aguardan más cameos, sorpresas y guiños por doquier, porque la nostalgia es un detonante, como parte de una narrativa en donde abundarán referencias a la cultura popular ochentosa. Efectos de CGI reciben de brazos abiertos a un Batman que resurge de las cenizas. La vuelta al pasado no exime el guiño nostálgico de Michael Keaton.

Secuencias llevadas al live action sientan la tónica de cómo hoy debe lucir un film de superhéroes. Con gran ojo para crear postales cinematográficas de blockbuster, Muschetti sabe bien dónde conducir sus designios. La manufactura grandilocuente le sienta perfecto. “Flash” es un festín visual para rellenar agujeros: efectos especiales resuelven secuencias cien por ciento digitales. A la parafernalia técnica se acopla, con acierto, la siempre efectiva banda sonora compuesta por el histórico Danny Elfman. Camino a dirigir “The Brave & The Bold”, la nueva película de Batman, el realizador de “It” nos impacta con un suculento crowd pleaser.


INDIANA JONES (James Mangold) – Puntaje: 6

Para la nueva versión de “Indiana Jones”, George Lucas y Steven Spielberg se apartan completamente del proyecto, este último resguardando únicamente labores de productor ejecutivo, habiendo dirigido todas las películas anteriores de la saga. El reto principal se instituye en encontrar a un nuevo hombre al comando detrás de cámaras, y, finalmente, el elegido resulta el experimentadísimo James Mangold. Una apuesta a lo seguro, conocido por haber dirigido con buena mano películas como “Logan”, “Le Mans 66” o “En la Cuerda Floja”. Mangold trae consigo una reputación estable y una paciencia moldeada bajo presión. El film terminó de rodarse en febrero de 2022, y de allí en más, la crew se sumió en horas y horas de posproducción.

A primera vista, Mangold, un director de estable carrera y fiable rédito en taquilla, parece erigirse como el indicado: un artesano del género, al servicio de los estudios. Poco más podría pedírsele para dotar de encanto a una saga que ha hecho, a lo largo de su historia, un culto a la adoración por un pasado que no necesariamente refleja las mieles en el presente. Durante los años ochenta, y desde entonces a esta parte, “Indiana Jones” colonizó el inconsciente cultural de una generación entera de cinéfilos, a lo largo y anchoe de una saga que se expandió más allá de lo esperado, incluso renovando su interés en 2008, con “Indiana Jones y la Calavera de Cristal”. Transcurrida década y media, la pregunta se tornaba inevitable: ¿cómo se enfrenta a este regreso a las fuente un público joven que se ha criado con films hiperrealistas de superhéroes marca siglo XXI?

Apoyándose en una narrativa de corte clásico, un sentido eminentemente retro se amolda al vértigo imperante del presente, dando como resultado «Indiana Jones y la Llamada Final». La mixtura podría no obtener los réditos deseados, a medio paso del fracaso absoluto. Tomando considerables riesgos, la producción se inclina por mantener el sentido de la nostálgica aventura por encima de la desaforada acción. El enésimo guiño lo aporta la sensacional banda sonora que firma el veteranísimo John Williams, quizás su canto de cisne cine cinematográfico. Mangold lleva a cabo su tarea optando por un empleo de planos cerrados, resolviendo en espacios limitados las secuencias más trepidantes. Con acierto, imprime gran inventiva a una serie de elecciones de angulación y movimiento de cámaras.

El golpe emocional no se hace esperar desde los primeros instantes del trailer: un joven Indiana Jones nos lleva directo al pasado. La cara de Harrison Ford muta con algo de extrañeza, digitalmente rejuvenecida. El danés Mads Mikkelsen se adivina como un probable antagonista, sumándose a secundarios de lujo como Antonio Banderas y Toby Jones. Con gran despliegue escenográfico, el film nos sorprende por una variedad de localizaciones que aggiorna la propuesta.  Efectos analógicos, a lo “The Mandalorian” se diseminan a lo largo de persecuciones por cielo y tierra, y esto es solo el comienzo. Cosechando los réditos de tan ilustre insignia, Indiana Jones fuerza la mirada, apenas un poco más de la cuenta, hacia un pasado vetusto que se niega a morir.

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